MECANIZADOS POR ARRANQUE DE VIRUTA

La técnica de mecanizados por arranque de viruta se encuentra actualmente muy extendida en todas las empresas de mecanizados en España, llegando a ser uno de los principales procesos en el mundo de los mecanizados. Esta técnica consiste en arrancar material con la herramienta máquina de forma que el tamaño de la pieza circunscribe la geometría final, y el material que sobra se arranca en forma de viruta. La cantidad de viruta obtenida varía en función del tipo de mecanizado que queramos fabricar, pero puede llegar incluso a suponer el 70-90% de la pieza.

Ventajas de los mecanizados por arranque de viruta

En este tipo de procesos existen numerosas ventajas frente a otros métodos de mecanizados, en las empresas de mecanizados en España se llevan a cabo, en función del resultado que queramos obtener, uno u otro método. Entre las grandes ventajas del mecanizado por arranque de viruta se encuentra, por ejemplo, que el material no cambia su microestructura conservando así todas sus propiedades mecánicas, se consiguen texturas en la superficie ideales para los distintos diseños que se fabrican, es un proceso fácilmente automatizable gracias a su flexibilidad, requiere poco tiempo de preparación aunque hay poca variedad de herramientas. En Mecánica Curiel, tu empresa de mecanizados en España, utilizamos este método en muchas de nuestras piezas, manteniendo siempre la máxima calidad en todos nuestros acabados gracias al equipo de profesionales que trabaja a diario para cumplir con los objetivos de eficiencia y productividad.

La formación de viruta

Podemos distinguir tres tipos diferentes de virutas en las empresas de mecanizado en España, la viruta discontinua que se produce cuando mecanizamos materiales frágiles y dúctiles a velocidades de corte muy bajas, en este caso el corte tiene lugar a base de pequeños cortes en el material. Otro tipo de viruta es la viruta con protuberancias o corte con recrecimiento. En este caso, la viruta se forma en materiales muy dúctiles y velocidades de corte muy bajas. Cuando la fricción entre la herramienta y la viruta es muy elevada, la viruta se adhiere a la herramienta y comienza a deslizarse sobre la pieza. Y por último, está la viruta continua, que se forma con un régimen normal de corte siendo el mejor acabado que podemos obtener de la pieza a mecanizar. Dependiendo del material y de la velocidad de corte, obtendremos un tipo de viruta u otro.

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